El "rock del cocodrilo" derrota a la "Reina" | Opinión: "Rocketman"

El vacío invade el pasillo. Desde lo lejos, se ve como una silueta abre la puerta, una silueta que, aunque no distingue su dueño, sí distingue su forma: cuernos, alas, piel brillosa de color rojo. Al acercarse, se muestra al dueño de tan extravagante silueta: es Elton John (Taron Egerton), portando unos lentes oscuros que cubren una alta porción de su cara.

Al atravesar la siguiente puerta, se encuentra con una colectividad formada en círculo: es una reunión de adictos. Elton pasa, toma asiento y responde a las preguntas de su terapeuta de una forma altanera; sin embargo, no se limita a abrir su corazón para sincerarse respecto a su vida.

"Mi nombre es Elton Hércules John y soy adicto: al alcohol, a la cocaína, a las compras y al sexo", confiesa mientras que, conforme avanza el filme, se despoja de cada parte de su disfraz, quedando prácticamente desnudo, con una bata como único protector de su vulnerable cuerpo. Desnuda su aspecto, a la vez que desnuda su alma, mostrando quién es en realidad.

De esa manera comienza Rocketman (2019), la cinta biográfica de Elton John dirigida por el desacreditado director de Bohemian Rhapsody (Singer, 2018), Dexter Fletcher. 

Resultado de imagen para rocketman posterLa película se centra, como se ha de esperar, en la vida del cantante de éxitos como I'm Still Standing, o Rocketman, tema que funciona como título de la cinta. Desde su temprano interés por la música durante su infancia, hasta su carrera ascendente, pasando por los graves problemas que casi lo derrumban: alcoholismo, drogadicción, hipersexualidad y oniomanía.

En un sentido literal, claramente se trata de una cinta biográfica; sin embargo, más bien, es adecuado calificarlo como un musical inspirado en la vida de una celebridad. Puede resultar confuso, pero si se repasan los antecedentes al género, se encuentran títulos como Jesus Christ Superstar (Jewison, 1973), Hamilton de Lin-Manuel Miranda, o The Greatest Showman (Gracey, 2017), en los cuales, a partir de la técnica musical (ya sea teatro o cine), se lleva a cabo una exploración por los sucesos más importantes en la vida de un célebre personaje de la historia. 

La cinta es colorida, melosa y llena de apantallante glamour. No se deben de malinterpretar estos calificativos pues son, irónicamente, las virtudes más grandes que tiene Rocketman; se nota la intervención del propio Elton John en el proceso creativo, y ello resulta a favor del producto final, pues presenta una esencia latente del cantante: despampanantes vestuarios, números musicales de gran envergadura que acompañan el avance de la historia; es la interpretación fantasiosa de los fallos y logros de una persona que desea cumplir sus sueños.

Además, en comparación con su símil contemporáneo, Bohemian Rhapsody, sí funciona gracias a la consolidación de la película en una sola persona. Si se recuerda, la cinta biográfica de Freddie Mercury está acreditada bajo la dirección de Bryan Singer; no obstante, a la mitad de la producción este renunció, siendo sustituido por Dexter Fletcher (sin acreeditar). Al ser un producto cuyo proceso no fue sujeto a complicaciones creativas, permite la concepción total de la obra, cosa que se nota con esta cinta.

De la misma manera, la vida de Freddie Mercury fue manejada con delicadas pinzas, evitando mostrar cualquier momento que sugiriera de forma explícita la serie de adicciones y problemas que enfrentó el vocalista de Queen, haciendo que esta fuera vista como un tributo, en vez de una cinta biográfica; con Rocketman sucede lo opuesto. No utiliza el recurso del morbo, pero sí es verosímil y más centrado en contar las complicaciones por las que Elton John fue atormentado en el inicio de su carrera. Se centra en sus logros, pero no deja de lado sus fracasos, sino que los exprime para enaltecer los posteriores logros del cantante.

Sin embargo, el propio glamour, en ocasiones, se convierte en su propio enemigo. La deslumbrante producción maquilla los detalles de una forma sutil; se encarga de "embellecer" el entorno, pero por admirar dicha producción, se pierden aspectos importantes que podrían explicarse con mayor detalle. Pareciera que, con el fin de demostrar lo bello que es Elton John y su música (que lo es), se olvida el motivo principal del filme: narrar per se la vida de Elton John.

En su momento, se aplaudió el parecido entre Rami Malek y Freddie Mercury, pero lo logrado con Taron Egerton es algo ligeramente superior. Egerton transmite la esencia que emana Elton John: su carisma, su excentricidad, su pasión; pero también presenta de forma audaz sus temores, y sus momentos de mayor vulnerabilidad. 

Sin ánimos de desprestigiar el trabajo de Malek, la importancia de Egerton recae, además, en su compromiso con el proyecto, interpretando la música del maestro Elton John. Es comprensible la dificultad de Malek por interpretar la música de Queen, sin embargo, con el playback se creó una gruesa barrera entre la realidad y el mundo de Bohemian Rhapsody

Joaquin Phoenix como Johnny Cash en Walk the Line (Mangold, 2005), Tom Hiddleston como Hank Williams en I Saw the Light (Abraham, 2015), o Kevin Spacey como Bobby Darin en Beyond the Sea (Spacey, 2004). En los tres casos, los actores interpretaron la música de su respectivo artista a interpretar y, aunque su parecido se encontraba, en diferentes niveles, lejano a su intérprete original, crea una mayor verosimilitud y sensación de credibilidad con lo mostrado. Taron Egerton, exitosamente, se integra a esa lista.

Esto no quiere decir que el actor tiene la obligación de interpretar la música de su personaje. Si se revisan casos como Jamie Foxx como Ray Charles en Ray (Hackford, 2004), o Marion Cotillard como Édith Piaf en La vie en rose (Dahan, 2007), se muestra el recurso del playback con los actores. Sin embargo, la diferencia recae en que, a diferencia de Malek, el nivel de compromiso en sus respectivos papeles fue más allá de lo entendible: al ver a ambos actores, no hay duda alguna  de que se traten de sus respectivos personajes, tanto por su parecido físico como por cada uno de sus ademanes ejecutados casi a la perfección. 

Rocketman, la película musical biográfica de Elton John, se estrenó el pasado 31 de mayo en salas comerciales a lo largo del país.

— Daniel Maraz

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