Manual de cómo no hacer una película | Opinión: "The Room"

Un término bastante utilizado en nuestro lenguaje cuando a cine se refiere, es el de cine de culto o película de culto; pero, ¿exactamente qué significa que una película sea de culto? Acorde a un artículo publicado por la Dra. Gisela Savdie, una película de culto consta de las siguientes características:
  • "No es el género lo que define el que una película se convierta en culto, sino más bien es un hecho circunstancial centrado básicamente en la reacción del público."
  • Citando a Danny Peary, la Dra. Gisela dice que "nace de la controversia, de la provocación y de la pasión."
  • "Cuando la respuesta apasionada de los espectadores perdura por largo tiempo, mas allá del momento en que se estrenó la película."
  • "Por lo general no son películas comerciales y no adquieren éxito taquillero en el momento del estreno sino, a veces, hasta mucho tiempo después."
  • "Los seguidores de este cine lo constituyen círculos pequeños de aficionados, más que todo intelectuales, que aprecian precisamente esos elementos diferentes que lo apartan de lo tradicional, ya sea por el formato narrativo, el estilo visual y auditivo, o los efectos especiales."
  • "Es un cine muchas veces atrevido, transgresor y  grotesco, casi siempre alejado de la norma tanto en contenido como en forma."
  • Y finalmente, pero no menos importante: "muchas veces se vuelve culto bajo una premisa irónica: la película es tan mala que se vuelve buena o es tan cursi o tan violenta que resulta una burla."
Ésa última característica es de suma importancia para éste artículo pues, es lo que principalmente define a The Room (2003) del excéntrico director, actor, productor y escritor Tommy Wiseau.

Ésta cinta ha sido muy controversial desde incluso antes de su estreno (gracias al anuncio gigante que el propio Wiseau colocó por más de 5 años) y más aún con el recién éxito de la película biográfica sobre la realización de "la mejor peor película del mundo": The Disaster Artist (2017) de James Franco.


Pero, ¿de qué va The Room? Es difícil explicar todo lo que sucede en la cinta pero una sinopsis clara es la siguiente: Johnny (Tommy Wiseau) es un hombre exitoso que vive con su prometida Lisa (Juliette Danielle), pero ésta última, al no sentir lo mismo por Johnny, inventa la excusa de que él la golpea para así, poder estar con Mark (Greg Sestero), su amante y el mejor amigo de Johnny. Conforme va transcurriendo la cinta, las situaciones comienzan a enredarse, dando como resultado un final trágico. La historia no es nada del otro mundo; sin embargo, la forma en la que es planteada la cinta: desde el aspecto visual hasta la narración de la misma, es lo que nos hace fruncir el ceño al ver The Room.


Las actuaciones son terribles. Pocas son las que realmente destacan, pero de igual manera su desempeño es opacado por la falta de coherencia en el argumento o la carencia de sentido de las situaciones en las que se presentan los personajes o sus diálogos; así como la falta de emoción —o incluso lo contrario, exceso de emoción— por parte de los actores al interpretar sus respectivos personajes.


Visualmente, es atroz. Por un lado, se comprende que se trata de una cinta de "bajo presupuesto" (y va entre comillas porque para su realización, se gastaron 6 millones de dólares), sin embargo, no se salva de las carencias visuales que tiene. Tanto en los efectos de la pantalla verde que son bastante notables, como en el decorado de los sets.


Narrativamente es un camino lleno de baches. Las motivaciones de los personajes cambian en cada escena, algunos personajes llegan de la nada y no comprendes qué hacen ahí (así como otros personajes simplemente desaparecen), dejan muchas dudas al aire, los personajes mencionan situaciones graves y las dejan pasar como si nada ("I definitely have breast cancer").


No obstante, a pesar de todo lo dicho respecto a la cinta, es divertido verla. La diversión que te provoca recae precisamente en las fallas y carencias que tiene como película. No por nada tiene un  enorme fanbase por todo el mundo. Por eso ha ganado su estatus de cine de culto.


Ver The Room es una experiencia totalmente extraña en todos los sentidos y si la piensas ver, debes de quitarte la mentalidad de que vas a ver una película común y corriente, porque el filme de Tommy Wiseau es todo menos común y corriente: es extraña, es incómoda, es divertida, es dramática, es tonta, pero sobre todo, es reconfortante.


Como bien lo dijo el propio director Tommy Wiseau: "The Room is safe place. You can laugh, you can cry, you can express yourself, but please don’t hurt each other.” (The Room es un lugar seguro. Puedes reír, puedes llorar, puedes expresarte, pero porfavor no se lastimen entre ustedes.)


— Daniel Maraz

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